10 julio 2008

Para nadie es un secreto que yo de ahorrativa tengo poco, pero muy poco. Prácticamente trabajo para cumplir mis excéntricos (o no) gustos. Así que ayer que fui a ver Wall-e (¡ay!, yo quiero casarme con Wall-e) recordé que había una tienda muy divertida de material didáctico de ésas donde nadie en su sano juicio entra (WTF?) y encontré lo que buscaba. De modo que tampoco es un secreto que me casaría con Van Gogh si tuviese unos cuántos años menos y ambas orejas, así que mi más reciente adquisición italiana es un rompecabezas de dosmil piezas de mi obra favorita de Van Gogh: STARRY NIGHT OVER THE RHONE


Lo que sí es un secreto es que yo para armar rompecabezas soy un chícharo partido en tres, mi mayor logro fue uno de 100 piezas. Pero tengo que conseguirlo, así sea lo último que haga. Snif. ¿Algún ser bondadoso armador de puzzles que me ayude?, será bien remunerado; le permitiré entrar al cielo.


:]








Currently listening:
The Black Keys ~ Hurt like mine.

Design by The Blogger Templates

Design by The Blogger Templates