Como ahora sí, no tengo mayor actividad que picarme los ojos y sacarme los mocos; todo el día (bueno, gran parte) la dediqué a guapear el bló. Me resigné a cambiar mi 'plantilla' por un 'diseño' para poder hacer uso de todos los widgets que Blogger empeñosamente insiste en llamarles gadgets. Medio adapté un template que me gustara y ahí quedó. He vuelto. Y ando por la vida disculpándome con aquéllas personas a las que dejé hablando solas en MSN, o que sencillamente nunca les respondí. Esto incluye: mensajes de texto, llamadas al móvil o al particular de mi hogar. Y es que no me daba la vida para hacerlo.
Pero ya, el semestre se extinguió y con ello gran parte de mis dineros (bueno, los de mi padre), y es así como he regresado trasnochar, recuperar mis hábitos de lectura y lo que -además- me llevó a hurtar seis temporadas del rincón de mi padre de 'The Sopranos', para que ésto se vuelva más productivo. Además de que me autobsequié un Wii, por lo que probablemente será una de las mejores épocas navideñas que haya pasado en mis 22 años. Me entusiasma el invierno, no propiamente la navidad, por lo que hablar de mis superficiales hábitos vacacionales no me ocasiona ningún conflicto. Mientras hartas personas se dedican a expiar sus culpas, resarcir sus pecados y organizar grandes comilonas, yo tengo un montón de libros que concluir para regresarlos a la biblioteca del ITESO y más que tuve a bien adquirir en la reciente FIL, un montón de temporadas que ver (y adquirir), más películas de las cuales apoderarme, pasar esa putísima galaxia de Súper Mario Galaxy y tejer bufandas. Así que con tantas actividades, comprenderán ustedes, mi retiro.
De cualquier modo, ser mi propio Grinch no me impide andar por la vida, ofertando buenos deseos. Bueno, sí, otro día.
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She & Him ~ Change is hard.